La acupuntura (del lat. acus: aguja y pungere: punción) es una técnica de la Medicina Tradicional China (MTC) que consiste en la aplicación y manipulación de agujas finas en el cuerpo con el objetivo de restaurar la salud y prevenir enfermedades. Estas agujas se colocan en puntos precisos de la piel donde se encuentran canales o meridianos, a través de los cuales fluye y se distribuye el Qi o la Energía por todo el cuerpo, formando una red totalmente comunicada. Cada meridiano principal se correlaciona con un órgano interno. Existen más de 365 puntos y cada uno con determinadas características y aplicaciones. La distribución de los meridianos es afín a estructuras internas y externas y no sólo está relacionada con nervios, músculos o vasos sanguíneos.
Comprender el sistema de los meridianos y sus puntos en términos de la ciencia moderna es importante para facilitar el estudio y su aplicación.
¿Y qué dice la ciencia sobre la acupuntura?
¿Cómo influye la acupuntura en los Centros Organizadores?
El cambio de actividad eléctrica y, por lo tanto, en la comunicación entre las células en los Centros Organizadores, puede llevar a cambios anatómicos durante el desarrollo de los órganos, tejidos o células individuales del organismo (morfogénesis), así como en el origen y evolución de la enfermedad (patogénesis). Las pequeñas perturbaciones alrededor de algunos puntos especiales pueden tener efectos decisivos sobre un sistema.
La acupuntura incrementa la actividad de esos Centros Organizadores activando los sistemas de auto regulación de organismo, acelerando los procesos curativos del propio cuerpo y mejorando su estructura y funciones. La aguja de acupuntura, dependiendo de la profundidad a a la que se quiera trabajar, aumenta la liberación de sustancias a nivel local con efecto analgésico, antiinflamatorio o vasodilatador. También actuará sobre la médula espinal y el sistema nervioso central, a través del sistema límbico.
La respuesta aumenta la liberación de endorfinas, que estimulan las células de crecimiento epiteliales y de GABA, que es un aminoácido que actúa como neurotransmisor inhibitorio, que ayuda a la relajación y hace llegar más oxígeno a la zona que se quiere tratar. También se activan otras hormonas como la serotonina y la corticotropina, que tienen efectos en el control del crecimiento.
Por lo tanto, la manipulación de los puntos de acupuntura puede ser una técnica eficaz, particularmente en las primeras señales del cambio de actividad eléctrica entre las células, previa a la etapa de cambios morfológicos.
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