La menopausia es un proceso natural que se da en las mujeres alrededor de los 49 años y consiste en la retirada progresiva de la menstruación hasta su desaparición definitiva, así como la capacidad reproductiva natural. Se considera que la menopausia ha llegado cuando la mujer lleva un año sin menstruación, aunque hasta que esto ocurre puede que existan síntomas como sofocos, taquicardias, nerviosismo, insomnio, sudoración nocturna, sequedad generalizada…
Según la Medicina Tradicional China…
En la Medicina Tradicional China el proceso de desarrollo y crecimiento se dan en ciclos de 7 años en las mujeres y de 8 en los hombres. En el caso de las mujeres, la primera menstruación aparece en torno a los 14 (7×2) y la última, sobre los 49 (7×7), cuando los ovarios dejan de funcionar.
La menopausia se asocia con la disminución progresiva y natural de la esencia del Riñón, que la Medicina China denomina Jing. Este se crea a partir de la unión de la Esencia de nuestros padres, algo así como el ADN o herencia genética, y de la calidad y la transformación metabólica de lo que comemos y lo que respiramos. Es la sustancia que define cómo es el ser humano y cómo actúan las funciones vitales. De ahí la importancia en nuestros hábitos de salud y alimentación a lo largo de toda nuestra vida.
Proceso natural del cuerpo.
Tanto en hombres como en mujeres, según vamos envejeciendo, la debilidad del Riñón se manifiesta en síntomas como disminución de la audición, pérdida del pelo o se vuelve blanco, bajada de la actividad sexual, huesos frágiles… Todo lo que conlleva el envejecimiento es consecuencia de la disminución de la energía renal.
Los trastornos de la menopausia no son solo un desequilibrio hormonal, sino que están relacionados con el desgaste y disminución de la energía (Qi) y la debilidad de la sangre. La mayoría de los trastornos de la menopausia se explican por la disminución de la energía de Yin de Riñón, de Yang de Riñón (en menos ocasiones) o de los dos a la vez, y de su relación con el resto de órganos. Por eso es imprescindible valorar individualmente cuáles son los síntomas en cada mujer, ya que con algunos cambios en sus hábitos y unas pautas alimentarias adecuadas pueden mejorar su calidad de vida.
Cada mujer es un maravilloso Universo.
Imaginemos un caldero con agua puesto al fuego. Si no hay bastante agua (Yin), el fuego se descontrola (Yang) y aparecerán síntomas como taquicardias, irritabilidad, sudores, sofocos y mareos. También el exceso de fuego puede producir síntomas como sequedad y calor, que se manifiesta en las mucosas, ricas en agua por naturaleza, especialmente en la vagina y ojos. En relación con el resto de los órganos, un exceso de fuego asociado al Hígado puede producir también explosiones de ira y trastornos emocionales (más fuego descontrolado).
La debilidad generalizada del Yin y del Yang conjuntas del Riñón se manifiesta en dolores lumbares, sensación alterna de frío y de calor, mareos y zumbido en los oídos. Además, la debilidad o insuficiencia de la sangre (que es una sustancia Yin), hace que se desequilibre el funcionamiento del Corazón, que es la «morada del Shen» o de la mente y con ello puede aparecer falta de memoria y concentración, palpitaciones, dolor de cabeza, ansiedad o nerviosismo.
Además, a menudo, durante, y sobre todo después de la menopausia, el peso suele variar, entre otras cosas porque parte del tejido muscular (metabólicamente más activo), se convierte en tejido adiposo (metabólicamente menos activo); por eso se aconseja ajustar las pautas alimentarias, que deberán ser más bajas en calorías, pero nutritivas del elemento agua.
Estos trastornos son más graves en mujeres con un desarrollo de la pubertad más tardío y escaso, que indica insuficiencia de la energía de los Riñones. En tal caso, la menopausia puede llegar antes, ya que el almacén de Jing es más bajo.
Dieta equilibrada, ejercicio y descanso durante la menopausia.
- Tomar el sol cada día unos veinte minutos para sintetizar vitamina D.
- Comer poco y bien varias veces al día.
- Evitar alimentos de naturaleza fría o crudos, ya que bajan la temperatura interna y entonces el metabolismo tiene que generar calor para equilibrarla, lo que causa una disminución de la humedad que provoca a la vez más sofocos. Lo más indicado son comidas templadas y siempre cocinadas. Evitar también productos lácteos y grasos.
- Optar por alimentos integrales, completos, frescos y naturales, ecológicos, locales y estacionales. Tomar aceites y grasas saludables: de oliva, de sésamo, de lino, semillas y frutos secos, pescado salvaje…
- Para prevenir la osteoporosis: realizar ejercicios de fuerza, tomar verduras de hoja verde (excepto espinacas), coles y familia de las coles, raíces (zanahorias, rábanos, nabos…), verduras como cebollas, ajos, apio, sésamo y cola de caballo en polvo.
- Introducir legumbres en la dieta. Los caldos caseros con algas y huesos o espinas cocinados con un poco de vinagre de manzana no pasteurizado para favorecer el paso de los minerales al caldo, además refuerzan los riñones, regulan el azúcar en sangre, nutren y son una buena fuente de fibra y otros nutrientes.
- Tomar soja ecológica fermentada (tempeh, miso, tamari, natto) para cuidar el sistema digestivo y por su contenido en fitoestrógenos.
- Utilizar sal marina sin aditivos.
- Seguir los ciclos circadianos.
- Mantener el ejercicio físico, mental y sexual.
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