El eneagrama es una herramienta del auto conocimiento que nos permite conocer nuestra personalidad, la de las personas que nos rodean, así como poder crecer y desarrollarnos.
Este mapa de la personalidad que distingue nueve patrones básicos de conducta, también llamados eneatipos y representados por números que van del uno al nueve, tiene como símbolo una figura con nueve puntas -de ahí su nombre, enea significa nueve- unidas por varias líneas que muestran las interrelaciones entre los diferentes caracteres.
Se trata de una manera de entender y clasificar nuestra mente, emociones, patrones, miedos, deseos y comportamientos habituales.
El crecimiento personal a través del eneagrama comienza cuando uno descubre su eneatipo e identifica sus cualidades principales. Y si bien todos llevamos dentro las características de los 9 eneatipos, hay uno con el que nos sentiremos más identificados y que será la base de nuestra personalidad.
Tomar conciencia
Cada tipo de personalidad tiene sus puntos fuertes y débiles. Y es precisamente conocimiento esos puntos débiles donde uno puede crecer más, pues al conectar y tomar conciencia de qué es aquello que mueve a cada persona y cuáles son los patrones repetitivos de conducta que nos impide ser libres, se puede evolucionar hacia una versión mejor de sí mismo y más conectada con la esencia, abriéndonos a nuestra realidad y al cambio.
«El eneagrama es un GPS que te puede guiar, pero el volante de tu vida lo llevas tú». Lluís Serra
Puedes ampliar (infinitamente) esta información en el imprescindible blog de Rafael Moriel.
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