Si estás pensando en acudir a una sesión de acupuntura por primera vez y te preguntas cómo son las agujas y cuál es su sensación, me gustaría intentar resolverte alguna de esas dudas.
La acupuntura es una de las técnicas que se utilizan en la Medicina Tradicional China. En esta técnica se utilizan unas agujas súper finas que se insertan en puntos específicos del cuerpo con el objetivo de equilibrar la energía (Qi), activando la capacidad que tiene el cuerpo de autorregularse (homeostasis).
¿Las agujas son seguras?
Antiguamente, en la antigua China, se utilizaban materiales que iban desde piedras, bambú y huesos hasta oro, plata y hierro. A día de hoy las agujas que más se utilizan de acero inoxidable y, en algunas ocasiones, están bañadas en oro, plata y cobre.
Vienen en envases sellados para que se mantengan estériles hasta que se vayan a usar y con fecha de caducidad. Son de un solo uso y se desechan en contenedores específicos para residuos especiales según marca la ley, por lo que elimina cualquier posibilidad de que transmitan enfermedades infecciosas.
La cantidad y el tipo de agujas que se usan en una acupuntura dependen de la técnica de cada profesional, de la zona donde esté el punto y de las preferencias del profesional.
¿Y qué voy a sentir?
Puede que sientas una ligerísima sensación de pinchazo al introducir la aguja, ya que su grosor varía de 0,16 a los 0,35 mm de ancho. Todo dependerá de la zona donde la pongas y de la pericia del profesional, aunque muchas veces ni te enteras. Para que te hagas una idea, un cabello humano varía entre 0,05 y 0,6 mm.
La longitud de las agujas en la escuela China varía de 1 cm a 15 cm, dependiendo de la zona donde vayamos a poner una aguja. Las agujas más cortas y finas se pondrán en zonas como la cara, las manos, pies o en las orejas. Las más largas o gruesas se usarán para zonas musculosas como el glúteo o en personas con constitución grande. La sensación será la misma sin importar la longitud de la aguja.
A partir de ahí, las sensaciones pueden variar entre hormigueo, peso profundo o una sensación que los chinos llaman “Deqi”, que es algo así como corriente eléctrica que irradia y que desaparecerá en unos segundos. Esta sensación se debe a la estimulación de los múltiples receptores sensitivos que existen en la piel, que se activan alrededor de la aguja y a lo largo del tejido conectivo y que van a provocar una restauración de la actividad celular. Puedes leer más en profundidad sobre la relación entre la acupuntura y la ciencia aquí.
Algunas zonas del cuerpo como la cara, manos y pies son zonas más sensibles y es donde podamos sentir una pequeña molestia momentánea.
Después tendrás una sensación de relajación profunda que te acompañará durante todo el día, ya que las agujas trabajarán sobre tu sistema límbico y nervioso.
¿Y sabes lo mejor? Que tiene muy buenos resultados sin apenas efectos secundarios.
Y si aún así sigues un poco reticente a que te pongan agujas siempre se pueden utilizar otras técnicas como moxibustión, digitopresión, aurículoterapia o con un estimulador sin agujas.
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